Ejercicio este 2014: El Pilates y Yo

Este 2014 tengo el firme propósito de hacer ejercicio. Soy de las personas que le doy prioridad a todo menos a ejercitarme. En un viaje al pasado en mi mente he tratado de encontrar que es lo que mas me ha funcionado a lo largo del tiempo. En mi niñez y adolescencia recuerdo fue el baile: ballet por muchos años, jazz, tap, contemporáneo, hawaiano, porras y en épocas más contemporáneas belly dance. Pero ya en mi vida adulta definitivamente ha sido el Pilates.
La primera vez que probé  el método Pilates fue antes de casarme por allá del 2006. Tengo que reconocer que no soy la más disciplinada para hacer ejercicio. Me gusta, conozco sus beneficios y me gusta ejercitarme pero siempre sufro con mi falta de constancia.
6 meses antes de mi boda empecé a preocuparme por mi cuerpo, no tengo sobrepeso así que lo que yo necesitaba era definir mis músculos y eliminar la terrible pancita de canguro. Además padecía de un dolor crónico en la espalda.
Mi buena amiga Laura, quien fue gimnasta olímpica de la selección de Baja California  por más de 12 años y deportista disciplinada después de eso (con un cuerpazo debo agregar) me recomendó hiciera Pilates.  En ese entonces inicie en una cama tipo reformer. El reformer es una base que se desplaza sobre rieles la cual tiene poleas y resortes; esto te permite hacer diversos tipos de ejercicios muy efectivos. También tomaba clases en mat, que era en grupo. Le dedicaba  de 2-3 días a la semana 1 hr. Al cabo de 8 sesiones note la diferencia: mis piernas y brazos rápidamente recordaron que ahí había musculo y se marcaron como hace mucho no las veía! 6 meses después tenia oblicuos marcados, pancita plana y un cuerpo decente para lucir en la playa. Ah! y como bono ya no me dolía la espalda.
Al casarme cambie de residencia y deje de ir a las clases pero después del nacimiento de mi primer hijo regrese a Mexicali. A partir de que tuve a mi bebe el cuerpo  me cambio bastante, en donde más me pego fue en el abdomen. Perdí la fuerza por completo! Y bueno  de la flacidez por todas partes ni hablamos. Por si esto fuera poco mi antiguo dolor de espalda hizo nuevamente su aparición.  En esta ocasión mi amiga Laura que años antes me había recomendado el método Pilates se había convertido en una instructora certificada y tenía su propio estudio: Be Pilates. Por supuesto no dude en ir a clases con ella.
La primera sesión fue difícil porque mi abdomen no cooperaba pero mi instructora pacientemente me ayudo literalmente a levantarme en las abdominales.  Termine la clase cansada pero podía sentir el trabajo en cada parte de mi cuerpo!. En  la siguiente sesión Laura me explico cómo en ocasiones debido al embarazo los músculos de la parte central del abdomen se separan y eso dificulta recuperar la fuerza. Me empezó a dar varios ejercicios para  fortalecer mi centro y al mismo tiempo empecé a recuperar mi flexibilidad y a poder hacer mejor otros ejercicios.
El avance fue bien rápido. A las 8 sesiones (1 mes) logre hacer el “roll up” yo sola! (es como una abdominal hacia adelante pero lenta)  Para mí fue todo un logro, de ahí en adelante fue como si mis músculos revivieran. Mi dolor de espalda a las 12 sesiones se fue y la gente empezó a notar lo que yo ya tenía días percibiendo. Me decían que “me había sentado muy bien el embarazo” “que tenia mejor cuerpo que antes” etc. Claro que yo se que no fue el embarazo, fue el método Pilates.
Desde entonces se lo recomiendo a todo mundo porque si a mí que soy poco constante y flojita me funciono, ya me imagino a alguien disciplinado. Y es que el Pilates te engancha, te relaja y sobretodo te motiva pues los cambios en tu cuerpo son bien tangibles!
Actualmente estoy por regresar después de mi segundo bebe, quiero combinar con Fitness aéreo pero  bueno a ver qué me recomienda mi querida instructora. Ya les contare como me va!

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